Croquetas caseras de abadejo

Esta receta tendrá como protagonista al abadejo, un pescado similar en apariencia al bacalao. Su sabor es muy suave y su carne es fina lo que recuerda también a la merluza. Su lugar dentro de la mesa se lo ganó por encima de la panga, porque tiene un valor nutricional más importante y no se cría en condiciones tan precarias. Esto nos lleva a esta receta casera de croquetas de abadejo, un plato que no tiene nada que envidiarle a otros pescados. Esta receta es una excelente opción para que los más pequeños de la casa disfruten del sabor y nutrientes que aporta el abadejo.

Ingredientes:

Preparación:

1. El primer paso es hervir el pescado junto con la media cebolla morada. Cuando esté listo, desmenuza y reserva.
2. Para preparar la bechamel, vierte en una cazuela un chorrito abundante de aceite de oliva y derrite las dos cucharadas de mantequilla
3. A continuación, añade la harina de trigo y remueve constantemente con unas varillas para que se cocine hasta reducir el sabor a harina cruda y que no queden grumos.
4. Cuando el color esté ligeramente dorado, incorpora la leche. Puedes calentarla unos segundos en el microondas para que no esté demasiado fría. Sigue removiendo.
5. Agrega la nuez moscada y salpimentar al gusto.
6. Remueve hasta conseguir una mezcla homogénea y espesa similar al queso crema o un poco menos que la ricotta.
7. Ahora, en un bol vierte la bechamel y mezcla con el pescado desmenuzado. Usa una cuchara para integrarlo todo.
8. Continúa vertiendo la mezcla en un molde para hornear y cubre con papel film, para ayudar a mantener la humedad.
9. Deja reposar a temperatura ambiente en un lugar fresco, con esto buscamos tome una consistencia más manejable para las croquetas.
10. Para el rebozado, mezcla los huevos con el ajo en polvo y el perejil fresco finamente picado.
11. Con una cuchara, coge porciones y dales la forma que desees para las croquetas, sumerge en la mezcla de huevo y pásalas sobre el pan rallado.
12. Puedes repetir el proceso para hacerlo más crujiente. Solo queda llevarlas a freír en un sartén con abundante aceite vegetal hasta que estén doradas.

¡Las tapas perfectas! Si vas en plan de sacar tus atributos en la cocina, esta receta es un arma infalible, hasta parecerá hecha por un profesional. Entre el sabor del abadejo y la suavidad del interior combinada con la corteza crujiente de la croqueta, dejarás a todos tus invitados boquiabiertos. ¿Te animas a cocinar?